Los superhéroes que limpian ventanas
- Sonia Giraldo Buitrago -
- Apr 14, 2017
- 2 min read

Los superhéroes que limpian ventanas
La mirada alegre de un niño enfermo de cáncer
En los pasillos de un hospital infantil con niños enfermos de cáncer, los procedimientos son todos los días monótonos, angustiantes y desoladores, pues para un niño de tan solo seis años, una quimioterapia es quitarle la vida con veneno, sus caras demacradas, su color pálido, la tristeza reflejada en su rostro se convierte en agonía, en desesperanza de vida, la impotencia de sus madres y de los médicos genera una gran frustración.
En el piso cinco del hospital, habitación 507, Sharon, una niña de seis años, despierta todos los días buscando la ventana para ver el amanecer, el reflejo del sol, le da vida y le recuerda que sigue con vida, la maravilla de respirar aún es posible, sus pulmones funcionando, el corazón latiendo, el movimiento de sus articulaciones y la sonrisa que se proyecta al mirarse al espejo, sin duda alguna demuestra que la fe, es lo último que se agota.
más.En el primer piso, a las afueras del hospital, dos jóvenes innovadores, luchadores y voluntarios de una fundación para niños con cáncer, decididos a distraer, provocar sonrisas y animar a los niños enfermos, se disfrazan de superhéroes para dedicarse a limpiar los vidrios de las ventanas, cada piso que escalan se convierte en un cuento mágico, pues las sonrisas, la alegría, el latir de cada niño empieza a asomarse, los gritos de ilusión y fascinación invaden los pasillos de niños corriendo hacia las ventanas del hospital, dicen los niños “, mira es el Capitán América y me está saludando”, otro dice : Yo quiero volar como lo hace Spiderman”, llegando al piso cinco, donde se encuentra Sharon sin imaginar, ella como todos los días mirando el amanecer, observa como aparece a uno de los superhéroes, la emoción la invadió, su sonrisa brilla y se compacta con el sol para hacer el deleite de los limpiadores de vidrios convertidos en Superhéroes, un sorpresa planeada que despierta las ganas de vivir, amanecer para ver la encanto inexplicable que traen los días, pues para estos jóvenes su felicidad se encuentra en la sonrisa de alguien
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